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Abril es el Mes de sensibilización sobre las ITS, un momento para difundir conocimientos y reducir el estigma que rodea a la salud sexual. Sólo en Estados Unidos, 1 de cada 5 personas tiene una ITS, por lo que es crucial saber cómo prevenirlas, hacerse las pruebas y buscar tratamiento.
Los términos «ETS» (enfermedad de transmisión sexual) e «ITS» (infección de transmisión sexual) tienen sutiles diferencias de significado, aunque la gente suele utilizarlos indistintamente. Las ETS son infecciones que han evolucionado hasta convertirse en enfermedades. Al mismo tiempo, las ITS incluyen bacterias, virus o parásitos que pueden no convertirse en enfermedades sintomáticas. Los profesionales sanitarios y los educadores suelen utilizar el término ITS porque es más actual y preciso. «Infección» se considera menos estigmatizante y más preciso que «enfermedad». También hay que tener en cuenta que no todas las infecciones presentan síntomas ni evolucionan hasta convertirse en enfermedades. Sin embargo, pueden tener graves consecuencias para la salud, presenten o no síntomas, por lo que es importante que las personas sexualmente activas se sometan a pruebas periódicas.
Existen más de 30 tipos diferentes de ITS bacterianas, víricas y parasitarias.
Entre las ITS bacterianas más frecuentes se encuentran la gonorrea, la sífilis y la clamidia. Entre las infecciones parasitarias más frecuentes se encuentran la tricomoniasis y los piojos púbicos. Todos ellos son tratables con antibióticos.
La ITS vírica más comúnmente contraída es el VPH (virus del papiloma humano). Según los CDC, el VPH es tan común que casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento. En la mayoría de los casos (9 de cada 10), el VPH desaparece por sí solo, pero en los casos en que el VPH no desaparece por sí solo, puede causar problemas de salud como verrugas genitales y, en algunos casos, cáncer. Las citologías periódicas y la vacuna contra el VPH (para niños y niñas) son esenciales para ayudar a prevenir los casos graves de infecciones por VPH.
Otros tipos de ITS víricas son el VIH/SIDA, la hepatitis (A, B, C) y el herpes. Los medicamentos antivirales pueden prevenir o acortar los brotes de VIH/SIDA y herpes, pero no son curables. Los medicamentos antivirales también pueden reducir las posibilidades de contagio.
La hepatitis, que afecta a la función hepática, tiene cinco cepas diferentes. Las cepas A, B y C pueden transmitirse por vía sexual. Las cepas A y B disponen de vacunas, y la C puede curarse el 95% de las veces, dependiendo de la gravedad de la infección. La medicación antivírica ayudará a evitar que el virus avance y cause más daños en el hígado.
Los modos de transmisión más comunes son el sexo vaginal, oral o anal. Sin embargo, el contacto genital piel con piel también puede transmitir ITS como el herpes y el VPH, especialmente cuando hay verrugas o llagas alrededor de la zona púbica. Además, las mujeres embarazadas pueden transmitir algunas ITS a sus bebés durante el embarazo o el parto. Otras vías de transmisión de muchas ITS pueden ser la lactancia materna, las transfusiones de sangre o el uso compartido de agujas.
Sé abierto y sincero con ellos sobre tu historial, incluido el número de parejas sexuales que has tenido, si alguna de tus parejas ha dado positivo en una ITS y con qué frecuencia utilizas protección de barrera. Puede hacerse la prueba de la mayoría de las ITS tenga o no síntomas. Algunas ITS tienen el mismo aspecto y actúan de forma parecida, por lo que es posible que tengas que someterte a pruebas para detectar varias infecciones.
Los métodos de prueba de las ITS varían en función del tipo de infección y, por lo general, todos son indoloros. Algunas ITS, como la clamidia y la gonorrea, pueden detectarse mediante un simple análisis de orina. Otras ITS, como el VIH y la sífilis, requieren un análisis de sangre. El médico tomará una muestra de una úlcera genital para detectar la presencia de herpes.
Para prevenir las ITS, es necesario someterse a pruebas periódicas y utilizar dispositivos de barrera como Se recomienda el uso de preservativos y protectores dentales durante el contacto sexual. Se recomienda realizar la prueba cada tres o seis meses a las personas sexualmente activas que no mantengan relaciones monógamas. También es importante que las parejas sexuales se hagan las pruebas y comuniquen su situación para evitar el contagio de ITS.
Existen varios lugares en los que se pueden realizar pruebas de ITS. Si desea servicios anticonceptivos gratuitos a través de A Step Ahead Chattanooga y vive o va a la escuela en nuestra área de servicio de 18 condados, puede solicitar pruebas de ITS como parte de su visita de control de la natalidad; pregunte al proveedor de atención médica cuando vaya a su visita programada. Para concertar una cita, llámenos al 423-265-7837. Si buscas una clínica cercana para hacerte las pruebas, consultaesta útil herramienta de los CDC.
No existe una única prueba para todas las ITS. Su profesional sanitario puede ayudarle a determinar qué pruebas necesita. Tenga en cuenta sus antecedentes sexuales y su posible exposición a las ITS para determinar para qué ITS debe hacerse las pruebas.
Sentirse nervioso al iniciar la conversación con el profesional sanitario es normal. En primer lugar, es importante recordar que las pruebas de ITS son una parte rutinaria del cuidado de la salud sexual y que no hay nada de lo que avergonzarse. Su médico está ahí para ayudarle a cuidar de su salud y estará encantado de comentarle sus preocupaciones y recomendarle las pruebas adecuadas.
Muchas personas creen que las ITS son el resultado de un comportamiento promiscuo, lo que lleva a la percepción de que quienes las padecen son de algún modo «sucios». Este estigma puede tener graves consecuencias, como la reticencia a someterse a pruebas y tratamiento y sentimientos de aislamiento, vergüenza y ansiedad.
Las ITS pueden afectar a cualquier persona sexualmente activa, independientemente de su historial o comportamiento sexual. Para combatir el estigma que rodea a las ITS, educarnos a nosotros mismos y a los demás sobre los hechos y realidades de las ITS ayudará a promover una cultura de apertura, aceptación y apoyo en torno a la salud sexual.
Todos podemos contribuir a reducir el estigma que rodea a las ITS replanteando la conversación sobre la salud sexual y promoviendo un mensaje de inclusión y compasión.
Ofrecemos diversas sesiones educativas adaptadas a sus necesidades específicas. Si se encuentra en nuestra área de servicio y está interesado en hablar con uno de nuestros educadores sanitarios o en una sesión educativa sobre las ITS, envíenos un correo electrónico a healtheducators@astepaheadchattanooga.org.
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